La Peña Zaragocista “Val d’Echo” celebró su acto anual en el que hacen entrega de la Chaminera el pasado sábado 2 de mayo. El protagonista en esta ocasión fue el periodista Luis Alegre, quien les dedicó un texto.

Artículo de Luis Alegre Una peña adorable para el diario Marca:

“El Valle de Hecho, en la comarca de la Jacetania, es uno de los lugares más bonitos del Pirineo y, en general, uno de los más importantes que conozco. Allí, hace nueve años, se formó una singularísima peña zaragocista, la “Val d’Echo”, formada por unas 50 personas vinculadas al valle y presidida por el zaragozano Kike Guitérrez, policía local en Jaca que llegó a Hecho por amor.

Los miembros de la peña, entre los que abundan los profesores y maestros, comparten su pasión por el valle, por el Zaragoza y, también, por la cultura. Ellos están empeñados en subrayar que la locura por un equipo de fútbol no está reñida con el fervor por el cine, la pintura, la música o la literatura.

Cada año organizan una jornada que incluye diversasactividades culturales y la entrega del premio “Chaminera” (palabra chesa que significa chimenea) a una personalidad zaragocista, una distinción que inauguró en 2013 el gran –en todos los sentidos- Andoni Cedrún.

Esta celebración es la que el pasado sábado me llevó al valle junto a Pilar González. El día fue memorable por muchas razones: por el encanto de la gente de la peña, por la visita a la iglesia del Monasterio de Siresa –en la que contamos con una guía excepcional, Gemma-, por la exposición de Pedro Sagasta, por el vermut, la comida y las cancines en medio de un escenario bellísimo o, desde luego, por sentir hasta qué punto la debilidad por el Zaragoza es capaz de establecer complicidades inagotables.

Me impactó de un modo muy especial ver a un grupo de niños menores de seis y siete años –hijos de socios de la peña- vestidos con la camiseta del Zaragoza. La afición al fútbol se suele generar en la infancia pero los niños no toleran la derrota. Eso hace que muchos se vean atraídos por los conjuntos que más alegrías les prometen, algo que explica que buena parte de España sea del Madrid o del Barça.

Pero esos niños zaragocistas de Hecho han nacido en plena época oscura y sus padres tienen mucho mérito por haberles contagiado su adicción a un equipo que en estos años no ha abrumado a abrumado a disgustos. Y lo que es aún más raro y más fantástico es que el Zaragoza sea su única referencia, ese detalle que tan feliz hace a José Luis Melero, alguien que, cómo no, es uno de los grandes iconos de esta peña completamente adorable.”