La mañana era gris, no así la cara de los aficionados que se desplazaron en el autobús de la Federación de Peñas del Real Zaragoza, donde la ilusión se veía reflejada desde el primera hora de la mañana.

Puntualmente el autobús partió de su lugar habitual en la C/ Asín y Palacios. 56 aficionados representando diferentes Peñas Zaragocistas:  “Presentes por el Escudo”, “Blanquillos”, Garrapinillos, Épila, Parque Goya, “Zaragocistas.com”, “Torrijana”, Utebo, Maluenda, San José, Magallón, “César Arias de Belchite” y “Vermú Torero”; junto con cuatro aficionados de la PZ “Bajo Cinca de Osso” que se sumaron en Fraga, y un buen número de aficionados no peñistas formaban la expedición. En un viaje sin incidencias se llegó a Sabadell, alrededor de las 13,30h..

Las calles colindantes a la Nova Creu Alta se llenaron de aficionados zaragocistas. A las peñas antes citadas, se sumaron peñistas de Alcalá de la Selva, Lloret de Mar, Moyuela y “Almunienses Blanquiazules”, y además de otros tantos aficionados que viajaron por sus medios, tanto de Zaragoza, como de localidades catalanas.

El buen ambiente reinó desde el principio. La tarde era soleada y agradable, y el ambiente en las calles se dejaba notar. Cuando se acercaba la hora del partido y empezaron a acudir los seguidores arlequinados, las dos aficiones blanquiazules compartieron juntos los últimos minutos previos a la entrada al estadio, dándole un colorido especial a la previa del encuentro. Los aficionados arroparon al equipo, desde el momento en que se presentaron en el campo, curiosamente en taxis por haberse estropeado el autobús. Se vieron sorprendidos por la cantidad de zaragocistas que les aclamaron a su llegada.

Ya en las gradas de la Nova Creu Alta, la afición maña copó la zona habilitada para visitantes que se quedó pequeña y hubo que ampliar otro sector en el fondo sur. Da gusto ver como cada vez es mayor el número de zaragocistas que se desplazan con el equipo.

El partido transcurrió como todos sabemos, llegando a los últimos minutos con una afición volcada en busca de ese ansiado gol, que lamentablemente se escapó en la última jugada.

Los jugadores agradecieron el gesto y todos vinieron a la conclusión del partido a reconocer el esfuerzo de sus aficionados. Sin duda, un detalle que aunque sea algo normal, todos sabemos que en tiempos no muy lejanos apenas se podía ver, sobre todo cuando no se ganaba el partido.

Al regreso, caras de cansancio y sensación agridulce por no haber conseguido los tres puntos, pero también satisfechos por sumar otro partido más sin perder y sin encajar gol fuera de casa. La vuelta a casa, con parada en Fraga, transcurrió sin novedad, llegando a Zaragoza a las 23:30h. y con ganas e ilusión de que llegue la próxima salida. Esta vez a Vitoria en tal sólo una semana.